Columna de opinión: El rol del docente de Enfermería en la simulación clínica y en ambiente real
- Martes 23 de mayo de 2023
- 16:31 hrs
Mg. Honoria Fernández Pino, Docente de Enfermería, Universidad Autónoma de Chile-Talca
La palabra docente casi siempre se relaciona con un profesional dedicado a la instrucción en aula. Sin embargo, cuando nos referimos a la Enfermería, la asociamos al profesional de salud que se encarga de cuidar y atender a pacientes enfermos o lesionados en hospitales, clínicas y otros entornos de atención médica.
Si consideramos ambas profesiones, nos encontramos con un profesional en un contexto educativo clínico con estrategias metodológicas únicas y exclusivas, que forma a futuros estudiantes y colegas de Enfermería que deben focalizar y desarrollar la gestión del cuidado de la persona, basado en conocimiento teórico y práctico, pero desde una actitud terapéutica del cuidado.
Esta docencia se puede realizar en ambientes simulados donde se aplican estrategias de aprendizaje didáctico capaz de otorgar experiencias análogas para que los estudiantes trabajen en un ambiente de atención de salud similar al real, estrategia que se utilizó en muchas universidades para la formación práctica en tiempos de pandemia.
Actualmente la docencia clínica en ambientes reales ha vuelto a retomarse desde el contexto hospitalario luego de la apertura de los centros clínicos a los estudiantes de salud y ello es importante porque es fundamental que la formación de los futuros profesionales de la salud esté basada en la experiencia práctica y el aprendizaje en el ambiente clínico real donde se propicia favorecer la relación única entre el paciente, el estudiante y el docente clínico generando retroalimentación a los contenidos disciplinarios que el estudiante debe saber y saber hacer, donde la teoría es importante, pero la práctica es esencial para que los estudiantes puedan desarrollar habilidades y competencias necesarias para desempeñarse eficientemente en su futuro trabajo.
Por este motivo, el docente clínico debe tener habilidades tanto en el manejo de pacientes como en la enseñanza y el liderazgo. Debe ser capaz de transmitir sus conocimientos y experiencia a sus estudiantes y guiarlos en el proceso de aprendizaje, y además, trabajar en equipo con otros profesionales de la salud para garantizar la atención adecuada de los pacientes en las experiencias clínicas presenciales, conjuntamente con estar actualizado en las últimas tendencias y avances en la atención médica y con habilidades didácticas para guiar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.
Además, es esencial que exista una comunicación y colaboración efectiva entre los docentes clínicos y las instituciones educativas (convenios docentes asistencial) para garantizar que los estudiantes reciban una formación integral y de calidad.
En conclusión, el docente clínico en un ambiente real es un profesional esencial en la formación de los futuros profesionales de la salud. Su labor no solo consiste en transmitir conocimientos, sino también en ser un modelo para seguir para los estudiantes, en una tarea que requiere dedicación, compromiso y actualización constante para poder brindar una educación de calidad.